Friday, November 13, 2009

Información 265 del Instituto Zacatecano de Cultura

Conjuga fantasía y divulgación científica
Presentó Alejandro Alonso su libro El Fabricante de Estrellas.
El título, editado por Porrúa, contó con los comentarios de Sigifredo Esquivel y de Javier Acosta en voz de Sonia Viramontes.
 
Las historias plasmadas en papel que forman los libros, nos trasportan a través de la imaginación a lugares insospechados o nos convierten en personas que no somos y quisiéramos ser, todo de una manera mágica, y lo único que se necesita es un poco de tiempo.
 
Dentro de la Trigésima Jornada del Día Nacional del Libro, que organiza el Gobierno del Estado, a través del Instituto Zacatecano de Cultura y la Red Estatal de Bibliotecas, se presentó Fabricante de Estrellas, del autor Alejandro Alonso, en la Sala de Hemeroteca y Publicaciones Periodísticas de la Biblioteca Central “Mauricio Magdaleno”.
 
Se contó con la presencia del autor y Sonia Viramontes, en representación de Javier Acosta y Sigifredo Esquivel Marín, como comentaristas, bajo la moderación de Gerardo del Río.
 
A dicha presentación se dieron cita alumnos de preescolar del Instituto Gutenberg, de la Secundaria “Roberto Cabral del Hoyo” y del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas, así como personas interesadas por la publicación.
 
En primera instancia, Sonia Viramontes ofreció una disculpa por la ausencia de Javier Acosta, y dio paso a la lectura del escrito que el Poeta escribió para El fabricante de estrellas y su autor, mismo que tituló “Cómo soñar estrellas y no dormirse en el intento”.
 
Dicen que lo primero que los padres enseñamos a nuestros hijos es que los milagros no existen. Para recuperar la fe en los milagros, existen los sueños que tenemos cada noche, existe el juego y también el arte, no se trata de recuperar la ilusión de que puede pasar lo que no puede pasar.
 
En el arte, en la literatura se trata de restablecer la dimensión milagrosa del mundo. A los adultos se nos olvida que vivir es un portentoso milagro, también que este momento es el único en el que podemos vivir, en ningún otro; olvidamos que la vida es demasiado importante como para tomársela en serio, nos dice el texto de Acosta.
 
Agrega que “los niños tienen el poder de hacer milagros. En ese rubro tenemos poco que enseñarles y mucho que aprender de ellos. Los niños saben transformar un pedazo de papel, enrollándolo, para hacer una espada, barco o telescopio. Ese poder de transformación lo van perdiendo poco a poco, hasta convertirse en adultos”.
 
Destaca que “hay varias cosas que se nos han olvidado a los adultos, una de ellas es el hecho sorprendente de mirar el cielo de día, y ver que ahí está el sol. Voltear al cielo de noche, y ver que ahí está esa bola que cambia de tamaños y que ilumina la mitad oscura de la tierra”.
 
Sigifredo Esquivel Marín, por su parte, platicó sobre su primer contacto con los libros, y la importancia de estos para él. También sobre cómo es que sus lecturas nos transportan a otros mundos y situaciones, y nos convierten en personajes, gracias a la fantasía. Citó a la autora Silvina Ocampo, con la frase “la lectura permite estar donde no estamos y ser lo que no somos”, para describir la experiencia de la literatura.
 
Si las personas se acercan a la lectura, pueden descubrir muchos lugares y enriquecerse. Esquivel destacó que Alejandro Alonso, aparte de que es un magnífico escritor, divulgador científico y lector, “es un fabricante de historias”.
 
En su participación, Alejandro Alonso agradeció por haber sido invitado a Zacatecas, y por tener la presencia de niñas, niños y jóvenes zacatecanos en estas actividades, se mostró muy entusiasmado por la presencia, especialmente, de infantes de preescolar.
 
Compartió con ellos que cuando era niño, él tenía el sueño de viajar para ver una estrella, tenía obsesión por los hoyos negros, pero al no poder realizarlo, hizo su viaje a través de esta publicación.
 
Tomó el misterio de los hoyos negros y las incógnitas que de ellos existen, para llevar a cabo la historia de ficción con el fin de cumplir su sueño, y poder compartir con las y los infantes y la juventud, esta historia, para que tengan un acercamiento a la ciencia a través de una historia fantástica.
 
Finalizó su comentario con la lectura de “La galaxia de mercurio”, el último capítulo de esta publicación, que mantuvo atentos tanto a los más pequeños, como a los adultos.
 
Alejandro Alonso tardó dos meses y medio en escribir esta novela, seis años para que saliera publicada y 5 meses se quedó en edición, en la Editorial Porrúa, dentro de la Colección “Gusano de Luz”.
 
Esta novela, de más de 70 páginas ilustradas por Gabriel de Anda, entre sus puntos esenciales, encontramos que es una novela de corte fantástico y su esencia tiene que ver con fenómenos que ocurren en la naturaleza, uno de ellos, la gestación de hoyos negros, de los cuales se han descifrado muchas cuestiones, mientras otras siguen sin resolver, de ahí se parte para realizar las metáforas que conforman el libro, comentó en entrevista el autor.
 
Cuando salio la publicación en el mes de agosto, se contó con una invitación para presentarla en los Andes, en Sudamérica; posteriormente, se ha presentado 6 veces en diferentes puntos de la república mexicana, y después de Zacatecas, se tiene una invitación a la Ciudad de México, a la Feria del Libro Infantil y Juvenil, así como una gira por Chiapas.
 
Fuente: Comunicación Social Instituto Zacatecano de Cultura http://www.zacatecas.gob.mx
 

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