Música, baile, malabares, coreografías,
La Plaza Miguel Auza fungió como escenario para la realización de “Orukami Circus”, obra que era un sueño personal de Juan Francisco Orozco, que trata de un adulto que en su etapa infantil ,no se encuentra consigo mismo y solo en los momento alegres, en la convivencia con otras personas se siente seguro. Sin embargo llega un momento en que se encuentra consigo mismo y decide seguir por ese camino.
En realidad fue una fiesta teatral, donde el público asistente interactuó con los personajes y viceversa, una puesta sin diálogos, pero con mímica y baile por parte de actores y actrices, elementos con los que se comunicaban con las personas; fue una obra que sucedió en el momento, en la que se improvisó según las circunstancias.
Así se le dio al espectador la posibilidad de experimentar, vivir y sentir cosas nuevas, de relajarse y disfrutar del momento. La historia transmitió cómo encontrarse consigo mismo, algo que buscamos con frecuencia sin saber ni cómo, ni por dónde. Se trata de sacar los malos sentimientos de esa parte emocional, comentó Juan Francisco Orozco, director de la propuesta.
Sin duda se pudo disfrutar de un agradable momento, lleno de malabares con distintos objetos y una muy buena interacción de los asistentes con los actores. No hicieron falta las palabras para que los personajes transmitieran sus emociones a chicos y grandes.
Los encargados de la fiesta fueron Sergio Salinas, Jorge Girón, Luisa Aranda, Ángel Martínez, Claudia, Reyes, Susana Salinas y José Manuel Chávez.
El vestuario y la utilería, que destacaron por sus colores blancos, rojos y azules, corrieron a cargo de Susana Salinas, Mayra Valdez y Juan Francisco Orozco, además, el director de la obra, contó con la ayuda, experiencia e importante participación de Martín Solchaga, originario del Distrito Federal y quien además viene a Zacatecas para establecer una escuela de circo.
En la musicalización se pudieron escuchar temas de Nino Rota, Explisions in the Sky y Goran Bregovic, melodías que lograron un ambiente de fiesta, y que en conjunto con la alegría de los actores, sus malabares, sus zancos y sus bailes, lograron un gran espectáculo. Cada actor dejó ver su personalidad, la recreación de su personaje, basados en la idea de lo que se quería lograr.
Niñas, niños, jóvenes y adultos, mostraron su entusiasmo, bailaron con las y los actores, rieron, gritaron y por supuesto brindaron un muy fuerte aplauso. Hablamos pues, de una de los proyectos más llamativos presentados en esta muestra de creadores, organizada por el Gobierno del Estado, a través del Instituto Zacatecano de Cultura.
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