Mazatl Ollín divirtió con A Belén pastores… todos a Belén. La agrupación se presentó en la Plaza Bicentenario, en el marco del Encuentro Tradicional de Pastorelas.
Canto, música, actuaciones y baile, fue lo que ofreció la pastorela A Belén pastores… todos a Belén, a cargo del grupo de danza folclórica Maztl Ollín, de la Escuela Secundaría Técnica Número 1, que se presentó como parte del Festival de Navidad, que organiza el Gobierno del Estado a través del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”.
La cita fue en la Plaza Bicentenario, a donde asistieron familias a presenciar este espectáculo, que se caracterizó por la gran versatilidad de los jóvenes participantes, quienes brindaron un acto lleno de diversión y entretenimiento.
Lo anterior gracias a los ocurrentes, ingeniosos y brillantes diálogos en verso, así como a las actuaciones, el baile, los cantos y la música en vivo que ofrecieron las y los adolescentes que componen este grupo de danza.
La tradicional pastorela mexicana se desarrolló bajo la dirección de Manuel Hernández de Alba y Luis Fernando Amador Jáquez, quienes participan anualmente en este Encuentro Tradicional realizado en nuestra ciudad.
Fueron 32 jóvenes en escena, de los cuales 24 pertenecen al cuerpo de baile y narran la historia de unos pastores que intentan ir a Belén para adorar al Niño Dios recién nacido; sin embargo, un grupo de diablos engañadores y timadores, pondrán una serie de obstáculos en su camino para que estos no lleguen a su destino.
Pero los demonios no cuentan con que los pastores serán ayudados en todo el trayecto por el Arcángel San Miguel y por un viejo ermitaño, quienes los libran de no caer en las tretas de los malos y concluyan su camino.
A pesar de las complicaciones, logran llegar a adorar al Niño Dios, al que le entregan regalos que ellos mismos recogieron en el camino, como comida, flores, trastes y animalitos, para después arrullarlo y cantarle villancicos.
Al final se invitó a todos los niños y niñas que se encontraban presentes, a que pasaran también a adorar al Niño Dios, y al hacerlo les regalaban un dulce.
Las familias disfrutaron entre risas y aplausos, uno de los espectáculos más entretenidos y divertidos, gracias al profesionalismo, entrega y dedicación responsable e ingeniosa que ofrecieron estos jóvenes, liderados por los directores del grupo.
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